Conversaciones con Woody Allen vs Entre Mentira e Ironía de Umberto Eco

Siento hasta escalofríos al verlos ahí, en imágenes encontradas... Estos dos son los hombres, a mi parecer, más inteligentes y con el mejor sentido del humor del mundo. Dios quiera que vivan 120 años.

Aunque mis entrelazadas lecturas rara vez tienen relación, encontrarme con el libro de Eco en mi estantería de México mientras tenia el de Eric Lax en las manos no parecía una mera casualidad.

Conversaciones con Woody Allen es un documento biográfico extenso en el que por capítulos divididos en La idea, Dirección o Decorados, por ejemplo, va desentramando todos los procesos de la creación cinematográfica en la vida del director neoyorquino. Cada capítulo es un recorrido cronológico que relaciona las experiencias de Woody Allen dentro y fuera de la profesión de cineasta.

Entre mentira e ironía es un análisis que Eco hace sobre la estrategia del engaño, los abusos del lenguaje -incluyendo las premisas de comunicación de Grice, por ejemplo, y cómo se violan en los distintos momentos de la comedia- y como la farsa, el manejo de la palabra y de la significación genera equívocos históricos -el caso de Cagliostro en las innumerables narraciones en las que aparece nombrado- o situaciones ridículas o propensas a generar risa -las historietas de Campanile vistas según Pirandello-.

El punto común entre ambos es la explicación acerca de las diferencias entre lo cómico y lo humorístico.

Woody Allen dice: "Naturalmente, la gente se va a desternillar de risa con Una noche en la opera y Sopa de Ganso, pues son un tipo de comedia en la que desde el comienzo se establece un acuerdo táctico con el espectador en el que dice: <>.

Pero luego está esa otra sensación que aflora cuando uno ve una película y esta no le llega solo a través de la mente, sino que además la siente -imagínate la típica escena que va a buscar a la chica y la espera frente a su casa bajo la lluvia, cada vez más mojado-. Es una situación hilarante, pero al mismo tiempo despierta cierto sentimiento, pues te gustaría que la chica saliera a su encuentro. Tampoco tiene que ver mucho el argumento, y aunque el publico no se ria sigue pendiente de la película y disfrutando con ella."

Umberto Eco dice: "Pirandello pone el ejemplo de una vieja decrépita que se cubre de afeites, se viste como una chica joven y se tiñe el pelo. Dice: «Advierto que esa anciana señora es lo contrario de lo que una anciana y respetable señora tendría que ser». He aquí el accidente, la rotura de las expectativas normales, el sentido de superioridad con el que yo (que entiendo el error ajeno) me rio.


Umberto Eco
Ahora bien, Pirandello nos dice que el advertir lo contrario puede convertirse en sentimiento de lo contrario. La reflexión lleva a cabo un nuevo proceso; intenta entender las razones por las que la anciana se disfraza, con la vana ilusión de reconquistar la juventud perdida: el personaje ya no está separado de mí, yo intento entrar en él.

Al hacerlo, pierdo mi superioridad, porque pienso que también yo podría ser él. Mi risa se mezcla con la piedad, se vuelve una sonrisa. He pasado de lo cómico a lo humorístico. Pirandello ve con mucha claridad que para pasar de lo cómico a lo humorístico hace falta renunciar a la separación y a la superioridad (características clásicas de lo cómico)".

Por lo que según ambas explicaciones, la empatía que se establece entre el espectador y el personaje es la diferencia que hay entre hacer gracia y ser chistoso, el primero puede llevar incluso a una ternura que no se separa del acto en sí que resulta causante de risa, pero en ningún momento cae en el ridículo que invita a ver con superioridad una acción divorciada de la lógica.

Todo esto para decir que me han gustado dos de mis tres lecturas... y que la puesta en práctica ha sido monumental. Pero ese, es otro género de escritura que está en borrador y se postula para short movie.

1 comentario:

  1. Existen dos errores: Hacer del feo un enemigo y hacer del enemigo feo.

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