Colectivo de Títeres Eco-Itinerantes, La Alianza Cucha-Viva


Una propuesta juvenil de arte y pedagogía.

Rostros alegóricos de la vida, marcados por los sueños de libertad y un incesable menester por llevar su arte y sus ideas a todos los rincones inhóspitos que les sea permitido por sus espíritus aventureros, se combinan con los armónicos sonidos de instrumentos musicales poco comunes y una voz femenina fuerte y afinada, paralela con el sonido ambiente y un gran número de almas pululando por el parque Ducuara de la Universidad del Tolima; algunos en presta atención a los acordes de guitarra, redoblante, un extraño churrusco y una peculiar organeta de viento, otros indiferentes. Una acompañante muy particular, de no más de 5 o 6 años, demuestra que su imaginación y dos tubos elásticos son suficientes para divertirse, mientras salta como ánima inocua sobre un estuche de guitarra que les sirve a los artistas como baúl de subsistencia y un curioso árbol sonriente que mira sin discreción a todo el que los escuche. Sus ropas a simple vista connotan lo libres que son, lo grande que se puede llegar a ser con sólo una intricada esencia que vive por y para el arte.

¿Quiénes son?
Natalia Rivas:Somos un grupo de estudiantes y egresados de la Universidad Francisco José de Caldas en Bogotá, que conformamos el ‘Colectivo de Títeres Eco-Itinerantes, La Alianza Cucha-Viva’. Somos un grupo que trabaja el títere como herramienta pedagógica y comunicativa y todo lo que tiene que ver con reciclaje. Creemos que por ser estudiantes de licenciatura tenemos la necesidad de renovar la escuela tradicional que tiene el arte totalmente aislado. Por ello, hemos utilizado el arte para enseñar Ciencias, para hablar de educación ambiental, para hablar de problemáticas sociales y políticas.”
Ese enorme compromiso que se refleja con una simple sonrisa y una actitud dispuesta frente a cualquier diálogo que proponga el arte como eje principal de una correcta construcción de nación a manos de jóvenes comprometidos y visionarios, innúmeros como Natalia.
NR: “Nosotros estamos trabajando desde el año 2004-2005 en la Universidad. Ha sido un grupo que empezó con no más de 3 o 4 personas, que empezó a apropiarse de un espacio de la Universidad y construimos una casita con material reciclable que se denomina la ‘Casita de los títeres’. Actualmente, ése es un espacio liberado donde hay praxis, discusiones y se estudia sin la necesidad de un profesor. Es una vaina como de los estudiantes por la necesidad de empezar a sacar el conocimiento de las aulas de clase y ponerlo en práctica en las comunidades.”

Sobre el arte.               
Son inefables las reacciones que tiene un ser humano cuando habla de sus preferencias. Animado, deseoso, inquieto y amoroso en demasía, se presenta el rostro de Natalia cuando habla de arte, cuando cuenta con humildad y orgullo por qué su vida gira en torno a las manifestaciones artísticas, quizá éstas sólo una parte de su existencia, porque sin duda alguna, aquella chiquita inquieta y alegre a quien llama ‘hija’ o ‘Isabel’, es para ella, lo primordial.
NR: “El arte es una necesidad del ser humano. La expresión artística es necesaria y no puede ser de ninguna élite. Lamentablemente el arte es manejada por el consumo y por la sociedad donde lo más importante es el dinero y otras cosas que en realidad no son tan importantes.”

Lo que hacen.
Presentaciones musicales sin ánimo de lucro con una puesta en escena totalmente afable para cualquier ambiente universitario, con amigos fieles e irremplazables de sus vidas, como aquellas particulares herramientas de trabajo, y una sonrisa perenne e inmarcesible, sólo sosegada por el humo de uno que otro cigarrillo producto de su esfuerzo y dedicación, hacen parte de su variedad de  espectáculos presentados dondequiera que sean bienvenidos.
NR: Como ya no somos sólo estudiantes de licenciatura en artes, sino también estudiantes de Sociales, Biología, Lengua Castellana, que también consideran que por medio del arte pueden haber mecanismos de enseñanza, entonces se convirtió en un espacio pluridisciplinario y hacemos discusiones, talleres para otros estudiantes y niños.”

¿A qué vienen a Ibagué?
En una ciudad donde el arte aún da leves muestras de resistencia, aquellos atrevidos y talentosos jóvenes bogotanos persisten en su idea de expandir sus proyectos culturales y enriquecer sus empíricos conocimientos sobre títeres, por medio de una retroalimentación necesaria con otros grupos de la misma índole. Por ello, visitaron las pasmosas pero caóticas calles de una ciudad musical, tocando puertas con su talento como una vigorosa excusa para ser escuchados.
NR: “Tenemos una obra montada, que es con la que vinimos al ‘Festival Internacional de Títeres, Tolima Fantástico’ que se está desarrollando en la Universidad del Tolima, que se llama ‘La historia jamás contada de nuestra independecia.’ Es una obra de creación colectiva donde hay 23 personas en escena, con música en vivo. Ya una vaina muy montada con un equipo que está trabajando por puro compromiso. La obra gira en torno al momento previo al cual se rompe el florero de Llorente, hay varios personajes de la historia de Colombia que se conocen desde el bachillerato, pero digamos que es la historia jamás contada, con un trasfondo muy actual porque es la patria boba la que reflejamos ahí que la que estamos viviendo ahora. Es una obra muy bacana, tomamos elementos de la historia oficial y las mostramos de manera jocosa, y hablando que todavía no nos hemos liberado.”

Como los recibieron
El caluroso abrazo de personas que viven para el arte y que día a día muestran su total descontento social, no se hizo esperar. A pesar de ser unos desconocidos físicamente, la fraternidad de quienes piensan igual y aman lo mismo, los identificaron ante una pequeña ciudad a veces inclemente y devoradora. El rebusque es una constante en su naturaleza, pero por fortuna, una aliada que jamás les dará la espalda. Asimismo, y gracias a su talento, fueron invitados honorables, siempre atendidos a gusto y con todas las condiciones necesarias para la presentación de su espectáculo.
NR: “El grupo de organizadores se han comportado a la altura. Es un espacio de trabajo supremamente bonito y parecido al nuestro. Fue una sorpresa llegar acá y encontrar que fue es un ambiente muy similar. Y no, pues imagínate, la comida, todo. La gente muy agradable, muy bacana. El día de la función salió todo maravilloso. Nosotros nos hemos presentado hasta en una cancha de microfútbol y estuvimos en un auditorio muy bonito, con una gente muy chévere, sonido, luces. Eso facilitó que la obra hubiese salido bien.”

El apoyo.
Similar a muchos otros proyectos culturales de iniciativa juvenil, ‘Colectivo de Títeres Eco-Itinerantes, La Alianza Cucha-Viva’, no cuenta con un respaldo sólido y desinteresado por parte de entidades oficiales, ‘no hemos contado con el respaldo que deberíamos. Digamos que tienen otras prioridades’. Empero, no son pocos los casos en que candidatos y partidos políticos busquen en el arte de los soñadores bogotanos una oportunidad publicitaria para sus intereses, ‘nosotros no le militamos a nadie, ni hacemos campaña política ni nos ponemos ninguna camiseta. Olvídate.’

Lo que viene.
Así como la pequeña Isabel, inquietos y sencillos, anhelan terminar el año con la presente obra, al mismo tiempo que adelantan en gran parte un nuevo espectáculo, sorpresa para el próximo año. En suma, continúan desarrollando su interesante propuesta pedagógica experimental que desean sea de útil aplicación en un futuro.
NR: ‘Soñamos poder trabajar desde el arte, pero no siendo empleado de otro, sino buscando la manera de nosotros mismos progresar.’

El crepúsculo caía y las caras fatigadas de los artistas permanecían en temple. El afán por buscar alguna plaza donde pudiesen tocar y llevar consigo algo de dinero para Bogotá, no se hizo esperar. Respetuosa y amigable, Natalia Rivas aseveró: “Del arte se puede vivir. Hace falta mucho apoyo. Si tu intención es ser millonario y llenarte de propiedades yo creo no es a través del arte, te toca es ponerte a hacer otra cosa, política depronto. Digo que entre menos se tiene menos se necesita.”

3 comentarios:

  1. Yo los conocí, escuché sus interpretaciones musicales, canté junto a sus donaires libérrimos, en rigor, los conocí, exentos de tapujos. ¡La calle, hijueputa! ¡La calle! ¡Qué habría sido de los grandes sin las calles, hijueputa!

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  2. GUERRILLERO RASTAFARI10 de febrero de 2011, 19:44

    CALLE ARRIBA CALLE ABAJO, CON OJOS DE SED PAGANA

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  3. LA UNIVERSIDAD DE LA CALLE COMO ESPACIO EXPERIMENTAL DE LA CARRERA DE LA VIDA NO DEJA DE ASOMBRARNOS CON SUS INNUMERABLES AVATARES Y EXPERIENCIAS..............

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