En ese sentido, es verdad lo que afirman tantos: de la historia nadie aprende y la humanidad suele, simplemente, ignorar la experiencia histórica.
TARKOVSKI, Esculpir el en tiempo
Estoy leyendo “Esculpir en el tiempo” de Andrey Tarkovski, parece increíble continuar con él después de hace tanto que he comenzado a leerlo. Pero como el tiempo es relativo es posible que pase todo el año escudriñándolo.
Como el propio Tarkovski dice en su introducción, es un libro donde en parte pretende explicar esas preguntas que le hacía en cartas el público de sus películas, gente que lo comprendía y gente que no, contactos e inconexiones, es entonces un libro para leer con calma y atención y que más que una lectura de ocio, es una lectura de aprendizaje. Al final es un libro donde define con palabras la teoría cinematográfica que puso en práctica en la realización de cada una de sus películas.
Lo más agradable y lo que quiero comentar sobre esa lectura, es que cada capítulo tiene algo que invita a regresar a él. Después de una ruta en la oscuridad, comenzando por Digital 21 y líneas de Auster, pasando por un retablo esperpéntico, las sombras en una historia de la imagen, un Gabinete siniestro, una radioperformance desjuiciada y hace poco (después de cerrada esa fase) un corto que por su imagen en blanco y negro, su textura, su historia, su falta de diálogo pero exceso de expresión, me devolvió a la parte de "oscuridad"... regresé a leer el capítulo El Arte, anhelo por el ideal...
"El arte nace y se afirma ahí donde existe una sed insaciable e intemporal por lo espiritual, por el ideal. Una sed que une a la gente en torno al arte. El arte moderno ha equivocado su ruta al abandonar su búsqueda por el significado de la existencia, por la afirmación de la individualidad en sí misma, y adquiere un aire sospechoso cuando, lo que debería ser un acto creativo, es la proclamación del valor intrínseco del acto personal"... dos páginas después habla del artista y el erróneo acto personal contemporáneo de mostrarse a sí mismo en la creación. Considera al arte un acto de fé, contrario al pensamiento lógico de la ciencia...
Me quedo ahí, meditándolo en el tiempo que me queda, que es relativo y a veces paralelo, pero seguramente es ahora, estos momentos, este año, estas experiencias, las que me hagan ver ese capítulo de una forma o de otra.
Si el arte fuese un acto de fé, la ciencia y su lógica haría lo mismo, en las mismas prescripciones tradicionales del conocimiento lógico. Convino contigo en lo tocante al aspecto idealista del arte, más incluso cuando reconsidero la sentencia francesa: "el arte por el arte". Sin embargo, hoy por hoy es egoísta determinar el concepto de arte, de él debe mantenerse en vilo su concepción; nada permanece incólume en las crecientes burbujas del quehacer humano.
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