Sobre "Buen viaje, General"

¿Quién fue Tulio Varón? Seguramente, muchos tenemos vagas referencias de aquel mítico héroe protagonista de la guerra de los mil días en el territorio tolimense, o simplemente asimilamos el sustantivo con un prejuicio erróneo de “barrio peligroso” de la capital musical o un extinto frente guerrillero del sur del departamento; debido a que los cuestionamientos sobre la humanidad del personaje, posiblemente no yacen en un interés inmediato por lo agobiante que pueda parecer la historia. No obstante, parecería grotesca una epidemia de intrigas sosegadas en los habitantes de Ibagué sobre los secretos que guardan nuestras menospreciadas calles, emisoras perennes de aspavientos a lo largo y ancho, en procura de contar historias imprescindibles para la precisa comprensión de nuestra realidad actual, deudora morosa de la vida trágica del general Tulio Varón.


Benhur Sánchez Suárez, escritor y pintor opita, actual coordinador de las páginas literarias del periódico “EL nuevo día”, además de adorar en magnitud estas tierras, es el autor de la novela “Buen viaje, General” -perteneciente a la editorial Caza de Libros en una antología llamada “50 novelas colombianas y una pintada”- la cual, en base, pretende humanizar y narrar sin tapujos las vivencias del liberal Tulio Varón y su contexto histórico. Asimismo, el autor inicia el proceso de unificación de datos previamente adquiridos en una tediosa investigación sobre la vida y los sucesos que llevaron a la muerte al protagonista cachiporro, presentando el desarrollo de la novela en cuatro planos distintos que permiten al lector llevar un proceso más que interpretativo, totalmente didáctico. En ese sentido, y valiéndose de un fortuito ritual esotérico como pretexto para entablar mágicamente una conversación directa con el fantasma del general durante unas vacaciones en una población del Tolima durante la navidad del 2008, el narrador propone una primer cara de la historia, intercalándola con monólogos supuestos del propio Tulio varón, cartas y reflexiones de un periodista e historiador amigo que sirve como útil asesor en la consecución de los adecuados documentos que permitan determinar la realidad de los hechos, diálogos entre el narrador y el general con una intervención fuera de campo del segundo, decretos reales de la época emitidos por los gobiernos conservadores, correspondencia liberal y artículos noticiosos de la actualidad que exhiben como menester una comparación entre aquellos y éstos tiempos; para implementarle dinamismo y un estilo afable a la propia novela. Así pues, “Buen viaje, General”, más que encasillarse en un género novelesco, ostenta objetivos netamente biográficos con pretensiones complementarias en base a las cortas e imprecisas biografías conocidas hoy en día del combatiente liberal, puesto que además de contar cronológicamente las vivencias del personaje, trata de construirle una identidad humana caracterizada por su inconformismo político, su emprendimiento y el profundo amor por su familia y la patria.

Por otra parte, cabe resaltar el lenguaje fresco pero puntual utilizado por el autor a lo largo de la novela aún en momentos claves como los intentos de asalto a la capital tolimense y la sádica muerte del general. Para terminar, aludir al autor un cortés reconocimiento por todo el trabajo investigativo que permitió desmitificar algunos personajes superpuestos en un limbo erróneo por el último siglo de historia del país, se hace imperante; partiendo del grado de complejidad que implica reconstruir y plasmar de forma escrita sucesos acontecidos hace tanto tiempo.


“La alegría es fugaz, como el relámpago. Es en el fragor de la lucha cuando mi espíritu se exalta y experimento una fortaleza distinta que me produce esa extraña felicidad. Es un estado que no puedo explicarme, una embriaguez para la cual no tengo palabras todavía. Pero, claro, no es un goce permanente. Pasado el combate, ya sea que salgamos victoriosos o tengamos que soportar el sobresalto de la derrota, la impaciencia me domina y me acongoja el silencio que nos cubre cuando se callan los fusiles y los machetes se guardan en sus vainas.” 



Buen viaje, General. Página 198.

2 comentarios:

  1. Es tan importante como inteligente la propuesta de este escritor Huilense. La hechura de novelas como esta- en la tonada de "El general en su laberinto" de gabo, "Rafael Uribe Uribe: Un hombre y una época" del tolimense Eduardo Santa, u obras de William Ospina y muchas más- son capitales para la reconstrucción de la tan necesaria memoria nuestra. La guerra de los mil días fue un escenario adverso a la paz, otra impronta añadida al cajón de los oscuros recuerdos, causantes del surgimiento de hombres y mujeres legendarios, que por razones anexas a la censura o al obligado anonimato, resultan perdiéndose en el éter de los olvidados. Pero nos motiva sobremanera el brote preciso de propuestas así de arraigadas y conscientes.

    Por esta oportuna e interesante glosa, muchas gracias al hacedor de la misma, y al escritor de la novela que motivó estos comentarios.

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  2. Sí, como bien se dice en el texto, la recopilación de datos precisos fue ardua pero el resultado fue esa agradable novela.
    Muchas gracias por tu comentario. Sería bueno que firmases con algún nombre o en su defecto, charlar contigo de este y otros temas culturales.

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