El único día que vi a Simón Bolívar con corona, fue cuando conmemoraron el año de su entierro.
Ver a don Luis en la plazoleta Simón Bolívar es como recordar, suscitar, e imaginar que pronto llegaremos a ser -como escribió Héctor Abad- "el olvido que seremos". Al llegar a la plazoleta con Sebastián, nos encontramos con Don Luis, un señor de algunos 60 o 70 años de edad que se paseaba por todo el centro de la plazoleta. Lo vimos, primero, hablar con un vendedor de confetis, no sabíamos de qué hablaba, pero ya nuestros ojos encontraban rumbo para escribir en Sin Pretextos. Lo primero que hice fue coger fuerzas para abordarlo, tenía miedo que resultara siendo uno de esos señores viejos y amargados, que no quieren hablar con nadie. Pero era fotógrafo, y de algún modo teníamos que entendernos. Llegué -o llegamos-, pues también conmigo iba Juan José, un amigo más, y lo que hice fue saludarlo, y decirle con mi tono de inmaduro y acento tolimense:
-Buenas tardes, lo que pasa es que quiero hacerle algunas preguntícas, o sea, quiero hacerle una entrevista. ¿Puedo?